Tu día 'B': NO SIN MI PARAGUAS...

Mañana comienza la primavera y con ella llega la estación más lluviosa del año. Son muchos los novios que eligen esta época del año para casarse y, aunque lo deseado por todos es un día soleado y las visitas a las monjas clarisas con una docena de huevos se incrementan, también tenéis que estar preparados para una boda pasada por agua.

Con este post, queremos pediros un favor: no dejéis que la lluvia amargue vuestro día. No vamos a negar que hay inconvenientes: el vestido de la novia se ensucia más, el peinado se puede estropear y los novios tienen que lidiar con la molestia de ir saltando charcos. ¿Y qué? No son motivos suficientes para que vuestra boda no pueda salir perfecta. Os invitamos a que penséis en positivo. Por ejemplo, las fotos pueden resultar incluso mejores que en una jornada soleada y es que, en un día nublado, la calidad de la fotografía es perfecta.

Lo más importante es que el paraguas nunca falte: será vuestro mejor aliado. Lo ideal sería que siempre haya una persona pendiente de vosotros, en especial de la novia. Eso sí, es posible que luego ese invitado os odie para el resto de vuestros días así que si no queréis perder a un amigo o familiar, os recomendamos que lo llevéis vosotros mismos, por lo menos la novia.

El paraguas puede ser el complemento ‘distintivo’ de la novia y podéis elegir el que más se acerque a vuestro estilo: transparente, blanco impoluto, de encaje, o incluso, si eres atrevida no te lo pienses y sorprende con uno de color para destacar con este accesorio.

Y si lo que os preocupa es vuestro peinado tampoco os preocupéis en exceso. Siempre hay solución y para eso, están los expertos. Si hay muchas posibilidades de lluvia para el día de tu boda, habla con tu peluquero y pensar en un peinado nupcial alternativo. Seguro que estarás preciosa. Además, siempre hay productos antiencrespamiento y trucos para estar perfectas. En este artículo de la revista Marie Claire podéis aprender algunos.

Por supuesto, la infraestructura también tiene que estar más que pensada. Es decir, si os casáis al aire libre, una carpa puede salvaros de una pequeña tormenta o, de un largo día de lluvia. Si el banquete lo celebráis en un restaurante, pero el cóctel es en el jardín, intentar buscar uno en el que pueda instalarse una carpa o tenga al menos un ‘techito’ amplio bajo el que refugiaros vosotros y los invitados.

¿Seguís pensando en negativo? Pues no lo hagáis. Además, que ya sabéis el dicho: ‘novia mojada, novia afortunada’.